Reflexiones y aportes para el contexto actual
Mg. Ariel Ferreira Szpiniak*
Universidad Nacional de Río Cuarto
Marzo de 2020
* Representante de la Universidad Nacional de Río Cuarto en la Red Universitaria de Educación a Distancia Argentina (RUEDA).
Esta obra está disponible bajo una licencia Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-SA 4.0)
Introducción
Presentamos aquí algunas pautas y sugerencias metodológicas para plantear actividades en modalidad no presencial utilizando aulas virtuales bajo la metáfora de aulas extendidas, sobre todo en el contexto actual donde se hace imprescindible contar con el acompañamiento de la virtualidad.
En la educación ha sido muy importante el aporte de la tecnología como mediadora de los procesos de enseñanza-aprendizaje, sobre todo con la llegada de la tecnología informática en general e Internet en particular con sus diferentes servicios: Web, e-mail, foros, chat, transferencia de archivos (ftp), telnet (manejo remoto), etc. El servicio Web (nacido en la década del 90) se impuso rápidamente, integró a muchos otros servicios y se masificó entre la mayoría de los usuarios. A partir de allí (a comienzos del 2000) comenzó a surgir el concepto de aula virtual.
Las universidades nacionales tienen mucha experiencia acumulada en la utilización de la tecnología informática aplicada en educación. Ello es así debido a que desde hace años trabajan con propuestas de educación a distancia de diverso tipo y procesos educativos mediados por tecnología, donde la virtualidad juega un rol muy importante (100% virtuales, bimodales o presenciales con la virtualidad como complemento). También es importante señalar que no hay recetas, las diferentes estrategias en el uso de la virtualidad se deben a que existen contextos educativos muy diversos, donde la virtualidad no alcanza porque son necesarias actividades presenciales (laboratorios, salidas a campo, actividades relacionadas el deporte, la salud, los cultivos, etc.). El desafío, entonces, es reorganizar nuestras propuestas educativas para postergar lo más posible éstas actividades, hasta la vuelta a las aulas «físicas», y mientas tanto desarrollar el resto de la currícula a través de aulas virtuales como un complemento de la presencialidad.
Para la elaboración de éste artículo nos hemos basado en tres trabajos muy interesantes, realizados por especialistas en la temática, denominados “Las Aulas Virtuales. Dos enfoques para su implementación”, de Roxana Pascolini y Alejandra Fernández, “Aulas extendidas o ampliadas: ¿cómo y para qué usarlas?”, de Clara Ingrassia y Adriana Giménez (ambos de la Universidad Nacional de Lanús) y “Algunas pautas para plantear actividades y recorridos pedagógicos en el aula virtual” del Área Tecnología Educativa, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba.
A modo de recomendación general podemos mencionar que en el diseño inicial de un aula virtual se incorporen ideas sencillas y acotadas, que luego se pueden ir complejizando con la utilización de nuevas herramientas de acuerdo a diferentes estrategias de enseñanza. Sabemos que cada campo disciplinar tiene sus complejidades, y no siempre se puede utilizar la virtualidad como reemplazo de la presencialidad, además de necesitar tiempo para su implementación y que puede requerir adecuaciones de todo tipo en lo normativo (planes de estudios, régimen de alumnos, gestión administrativa, carrera docente, etc.), formativo (docentes, nodocentes, estudiantes), infraestructura tecnológica, facilidades para el acceso masivo a Internet, adecuación de los materiales, etc. Por lo tanto, el aula virtual, y las propuestas que diseñemos para su utilización, serán un complemento, a modo de aula extendida de nuestra aula presencial.
Un poco de historia
En la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) las aulas virtuales se utilizan para la enseñanza el grado desde el año 2003 para las tres carreras con modalidad a distancia de la Facultad de Ciencias Económicas (trayecto del ciclo básico), cuando se crea la Dirección de Educación a Distancia (dependiente de la Secretaría Académica de la Facultad), según Resolución del Consejo Directivo Nº 113/2003. En las carreras con modalidad presencial se usan formalmente desde el año 2006, pero de manera opcional, como complemento en las asignaturas de las cinco Facultades.
El entorno utilizado se denominaba SIAT (Sistema Informática de Apoyo a la Teleformación). Fue desarrollado por el Centro IRC de la Secretaría de Extensión y Desarrollo de la UNRC a partir de un proyecto que comienza a gestarse en el año 2001, cuyo objetivo era brindar cursos virtuales de actualización para graduados y más de 1.000 Coordinadores de Centros Tecnológicos Comunitarios (CTC), de diferentes provincias del país, que la Universidad había capacitado en el marco del Programa argentin@internet.todos. En el año 2001 se realizó la primera experiencia de educación a distancia en la UNRC utilizando su propio entorno virtual. El curso se denominó “Introducción al diseño de paginas WEB utilizando el lenguaje HTML” y estuvo destinado a los Coordinadores de los CTC que estaban trabajando de manera conjunta con la Universidad. Ese mismo año se crea el Consejo de Educación a Distancia de la UNRC, según Resolución del Consejo Superior Nº 176/2001 y en el año 2002 se crea el SIAT, mediante Resolución Rectoral Nº 083/2002. Durante los años 2001 y 2002 también se trabajó intensamente junto a la Red Universitaria Centro Oeste (REDCOES) para impulsar la educación a distancia entre las Universidades Nacionales de Córdoba, Río Cuarto, Villa María, San Luis, San Juan, La Rioja y Cuyo. La REDCOES creó, organizó y llevó a cabo dos ediciones (2001 y 2002) del Curso Interuniversitario de Educación a Distancia, que capacitó a más de 800 docentes. La primera edición utilizó materiales impresos y tutoría vía correo electrónico, mientras que la segunda utilizó trece (13) aulas virtuales en el SIAT, donde participaron docentes (en calidad de estudiantes) y tutores (docentes especialistas) de todas las Universidades de la REDCOES. En esas 2 ediciones, más de cuarenta (40) docentes de la UNRC se formaron en la modalidad.
Posiblemente lo más trascendente de la actividad dentro de la REDCOES fue que, entre la primera y la segunda edición, expertos en educación a distancia de cada Universidad que integraban la red aportaron ideas y diferentes miradas para el diseño del SIAT y sus aulas virtuales, las cuales fueron de gran utilidad para mejorar la usabilidad pedagógica del entorno. También en el año 2002 la Facultad de Ciencias Económicas solicitó realizar una prueba piloto con dos asignaturas de primer año para analizar la posibilidad de incorporar el SIAT como entorno virtual para sus carreras con modalidad a distancia. El resultado fue positivo, y a partir del año 2003 lo adoptó formalmente.
En el año 2006 se inició el proyecto de utilización de aulas virtuales como complemento a la presencialidad. Primero se realizaron una serie de experiencias piloto que posibilitaron determinar la factibilidad y ventajas de utilizar este tipo de entornos para la educación presencial, como así también capturar los requerimientos propios de la modalidad y su incorporación al entorno virtual de la UNRC. El objetivo de utilizar aulas virtuales como complemento, en las carreras con modalidad presencial de la UNRC, fue brindar un espacio de comunicación e información en la Web para que el equipo docente de cada asignatura pudiera interactuar con sus estudiantes de manera más fluida durante el cursado y previo a las instancias de evaluación final. Estas experiencias continuaron en el año 2007 utilizando una nueva versión del SIAT, adecuado a las necesidades educativas relevadas, y a comienzos del año 2008 se llevó adelante un proceso de difusión abierto y capacitación a docentes de todas las Facultades. Luego de más de 10 años de trabajo y mejoras ininterrumpidas, a fines del año 2019 se liberó una nueva versión denominada EVELIA (Entorno Virtual Educativo Libre Argentino), desarrollada también por la UNRC, en base al SIAT, pero con la característica de ser software libre y accesible desde dispositivos móviles. También se puso en marcha el proyecto de integración de EVELIA con el Sistema de Información (SISINFO), desarrollado por la Unidad de Tecnología de la Información (UTI) de la UNRC, en particular con el dispositivo de aula virtual del Sistema Integral de Alumnos (SIAL). Se trata de un proyecto desarrollado en el marco del Plan de Fortalecimiento TIC de la UNRC para que el acceso a los sistemas institucionales se único, para toda la comunidad universitaria. La integración pretende lograr la simplificación de todo el proceso de creación y uso de las aulas virtuales, de manera tal que, al momento de ser dada de alta la asignatura por el Registro de Alumnos de cada Facultad, el equipo docente ya tenga disponible su aula virtual, y al momento que el estudiante se inscriba pueda acceder directamente a ella. Con esto se evita la utilización de dos usuarios diferentes, solicitar el aula virtual, inscribir estudiantes o que se autoinscriban. También se está trabajando en conjunto para el diseño de nuevas herramientas, mejora de las existentes e integración de otras.
Desde el año 2008 la cantidad de aulas virtuales utilizadas fue creciendo paulatinamente, alcanzando en el año 2019 las 320 aulas virtuales para asignaturas de grado pertenecientes a carreras con modalidad presencial. Sin embargo, en el año 2020, a raíz de la suspensión de clases presenciales, solo entre marzo y abril de crearon más de 430 aulas para el grado (sobre 785 asignaturas), aunque lo que más se incrementó fue la cantidad de herramientas utilizadas en cada aula y la intensidad en su utlización, sextuplicando la cantidad de accesos al Campus Virtual (de un promedio de 2.500 accesos diarios a más de 15.000).
EntornosVirtuales de Enseñanza y Aprendizaje (EVEA)
Los EVEA son aplicaciones que funcionan vía Web con el objetivo de ofrecer alternativas para poder llevar adelante todo o parte del proceso educativo con el apoyo de Internet. Son tecnología desarrollada específicamente para educación. En general, los EVEA se presentan como Campus Virtuales que posibilitan la gestión de usuarios, de cursos y de servicios de comunicación (e-mail, foros, charlas, mensajería instantánea, videoconferencia, etc.). EVELIA es un EVEA. Una cuestión central es que posibilitan el diseño de aulas virtuales, adaptadas a las diferentes propuestas pedagógicas. Para ello se utilizan diferentes herramientas, e integran recursos propios o de la Web, que favorecen la comunicación, la interacción y el acceso a los materiales y actividades de aprendizaje, ayudando a crear un entorno propicio para establecer las relaciones mutuas entre el estudiante que aprende, el contenido a aprender y el docente que guía y orienta el aprendizaje del estudiante (triángulo didáctico).
“Una de las ventajas -entre otras- del aula virtual es que a diferencia del aula presencial -cuyos límites físicos y temporales interponen un límite de tiempo y de espacio a las interacciones, y a la comunicación etc.- en el aula virtual estos límites se diluyen dando lugar a un nuevo espacio de comunicación y encuentro en donde las posibilidades de intercambio son permanentes, asincrónicas y también si se usan dispositivos de comunicación en vivo, la interacción se da en el mismo momento.” (Ingrassia y Giménez, 2016).
Al estar diseñadas con un sentido pedagógico, las aulas virtuales posibilitan el desarrollo de clases y actividades no presenciales de una forma ordenada e institucional, donde la Universidad sige estando presente, de otro modo, en la relación entre docentes y estudiantes.
“Las aulas virtuales son potentes espacios para la interacción y comunicación educativas, más allá de los usos corrientes como repositorio de materiales o entrega de tareas.” (Área Tecnología Educativa. FCS-UNC, 2020).
Las aulas virtuales pueden utilizarse de diferentes formas, con diversos objetivos y modalidades. En carreras con modalidad a distancia son un elemento clave porque a través de ellas se produce el encuentro educativo. Pero también son un excelente complemento para la modalidad presencial. En éste último caso, según el uso que haga de las mismas, se la puede diferenciar en aulas como «apoyo» o «extendidas».
Aulas como apoyo a la presencialidad
Es el uso más habitual que reciben las aulas virtuales en los contextos de educación presencial universitaria. Es el caso de la UNRC desde el año 2006. Pero también que es el primer paso que dan los equipos docentes en el camino hacia la virtualidad.
«este tipo de aula funciona como “un auxilio”, un agregado de cuestiones de lo que sucede en la clase presencial. Desde este lugar la intencionalidad del docente está dirigida para que la misma se convierta en un espacio de reservorio de materiales, textos, guías de preguntas, videos, un espacio para “visitar, mirar y descargar” los materiales que resulten pertinentes a los alumnos. Podríamos decir que este tipo de aula podría encontrarse bajo lo que Mariana Maggio denomina inclusión efectiva, como aquellas situaciones en las que la incorporación del Aula Virtual se produce por recomendaciones, o tendencias institucionales, pero donde el docente no reconoce toda su potencialidad para generar un espacio de aprendizaje.» (Pascolini y Fernández, 2015).
Aulas extendidas
Se trata de otra mirada, donde se incorporan nuevas herramientas con un sentido pedagógico, pensando en las estrategias de enseñanza que utilizaremos para favorecer los procesos de aprendizaje de nuestros estudiantes. También se denominan aulas aumentadas o ampliadas, porque combinan lo presencial con lo virtual. De esta forma es posible trabajar bajo el esquema conocido como blended learning, aprendizaje combinado o mixto, es decir, integrar la tecnología e Internet con actividades tradicionales del aula presencial, que complementan, transforman y mejoran el proceso de aprendizaje.
«el aula extendida se constituye en un espacio donde enriquecer y ampliar los contenidos y las experiencias del aula presencial, donde dialoguen teoría y la práctica y donde los recursos didácticos, adquieran significatividad y transcendencia para los aprendizajes. A contrapelo del aula entendida como apoyo a la presencialidad, la extendida no sólo contiene “materiales teóricos” sino también se transforma en un espacio de comunicación pedagógica propia de los vínculos que se establecen en todo proceso de enseñanza y de aprendizaje …» (Pascolini y Fernández, 2015).
El aula extendida no es un instrumento tecnológico sino que utiliza la tecnología desde una concepción anclada en el paradigma interpretativo y colaborativo de la enseñanza.
«… donde el docente enriquece su propuesta pedagógica nutriéndose de los entornos que ofrece en todas las dimensiones de la virtualidad, en un escenario enmarcado en un tipo de aprendizaje que se produce en cualquier momento y en cualquier lugar, denominado por la literatura como “aprendizaje ubicuo”.
En este sentido queremos señalar la importancia de la acción mediada del docente: acción, como acto intencional, y mediada, por el uso de herramientas culturales, que requiere de los sujetos interpretación simbólica. En los espacios virtuales las herramientas tecnológicas están mediatizadas por la alfabetización tecnológica y el valor que los destinatarios le confieren. Por lo tanto, el desafío docente es encontrar los recursos para que esta mediatización sea efectiva y eficiente. El impacto sin precedente que estamos experimentando en términos tecnológicos nos ofrece la oportunidad de cambiar el paradigma pedagógico tradicional centrado en la figura del docente bajo métodos estandarizados de enseñanza, hacia otro que apele a las capacidades cognitivas y al trabajo colaborativo, donde la participación activa del estudiantado en la resolución de problemas, el análisis de casos, la reflexión crítica y la búsqueda del saber sean parte de un nuevo recorrido en su proceso de aprendizaje.» (Pascolini y Fernández, 2015).
El aula virtual, pensada como aula extendida, está orientada a generar como un espacio articulado con la propuesta pedagógica, cuyo diseño tiene un sentido y su objetivo es acompañar y potenciar los procesos de enseñanza-aprendizaje, estableciendo una red de intercambios y relaciones.
“La incorporación de este tipo de espacios y procedimientos permiten dinamizar y potenciar las propuestas iniciadas en el espacio del aula presencial pudiendo convertirse en terreno fértil para continuar las discusiones que se allí se inician, o bien puede constituirse en un espacio para proponer lecturas y armar grupos de discusión, o puede servir para compartir distintos materiales multimedia, o bien para proponer itinerarios diversos de lecturas, etc.”(Ingrassia y Giménez, 2016).
“En este tipo de aulas se articulan y combinan aspectos pedagógicos, tecnológicos y comunicacionales y cuando ello sucede es posible crear verdaderas comunidades de aprendizaje virtual en donde el intercambio y la producción de conocimiento encuentra un lugar propicio para florecer.
Ahora bien ¿qué aspectos o elementos hay que conocer y poner en relación para diseñar un aula de estas características? Tres grandes aspectos están involucrados en las decisiones que ha de tomar el docente:
- Aspectos tecnológicos: supone conocer sobre el uso de las distintas herramientas y recursos tecnológicos del aula y la comprensión general de cómo aplicarlos de una manera productiva en el contexto del aula (virtual y presencial).
- Relativos al contenido de la asignatura: referidos al conocimiento del docente respecto a los contenidos de su materia.
- Aspectos pedagógicos: aspectos ligados a las decisiones que toma el docente en relación a los propósitos generales de la materia, objetivos de aprendizaje, el contenido a enseñar, los materiales didácticos que pondrá a disposición de los estudiantes, las estrategias a implementar, la programación general, etc.
La implementación de un aula virtual y su posterior aprovechamiento dependerá entonces de las habilidades tecnológicas de los docentes, el propósito de uso de las aulas virtuales, las necesidades a cubrir, la disponibilidad de tiempo que posea el docente, y la forma como el docente articule estas propuestas con el desarrollo general de la asignatura.” (Ingrassia y Giménez, 2016).
¿Para qué y cómo usar el aula virtual?
Las aulas virtuales disponen de una variada cantidad de herramientas que facilitan la gestión del aula y que es necesario conocer, no solo en sus aspectos técnicos sino en lo que cada una de ellas puede aportar para el proceso pedagógico. Las mayoría de los EVEA posibilitan el diseño de aulas virtuales con diferentes herramientas que pueden ser adaptadas a las diferentes propuestas pedagógicas para cumplir diferentes funciones, gestión, distribución de materiales, interacciones y evaluación:
“Como espacio para la gestión de la asignatura permite:
- Publicar información básica de su asignatura como el temario, objetivos, condiciones de aprobación, etc.
- Publicar y actualizar todo tipo de noticias importantes y necesarias para el cursado de la materia;
- Administrar el calendario para recordar y organizar fechas.
Como espacio para la distribución de materiales:
- Ofrece la posibilidad de publicar distintos tipos de materiales y recursos bibliográficos así como materiales multimediales (videos, audios, enlaces a web, etc.) que acompañen y enriquezcan las propuestas que el docente puede realizar en el espacio del aula presencial.
- El docente puede publicar distintos materiales de apoyo diseñados por él mismo con el objeto de acompañar y enriquecer el proceso iniciado en las instancias presenciales.
Como espacio para las interacciones permite:
- Responder consultas por el e-mail interno
- Crear un foros de consultas o de debate.
- Crear espacios de trabajo grupal
- Presentar actividades para los alumnos
- Generar propuestas de trabajo colaborativo
Como espacio para evaluación permite:
- Entrega de actividades o tareas.
- Cuestionarios de autoevaluación y evaluaciones en línea” (Ingrassia y Giménez, 2016).
¿Cómo incorporar el aula virtual en nuestra asignatura?
A raíz de la situación actual, nos vemos en la obligación de incorporar el aula virtual dentro de nuestra propuesta educativa. Para ello debemos repensar como abordar cada tema, analizar que se puede virtualidad y que no, adaptar los contenidos de aprendizaje, proponer recursos de la Web y diseñar actividades de aprendizaje para que los estudiantes las realicen en sus casas. Todo ello provoca que debamos realizar cambios en nuestra propuesta original, planificar los tiempos de manera diferente, las condiciones de cursado, las clases y las evaluaciones. Cada asignatura es un caso diferente, por la naturaleza de los contenidos, y por lo tanto son los propios docentes quienes deben tomar éstas decisiones.
Las aulas virtuales están organizadas a partir de un diseño general que puede modificarse de acuerdo a las necesidades de la propuesta. En general poseen un menú con secciones desde donde se accede a las diferentes herramientas que el equipo docente ha decidido utilizar. A partir de allí se van generando el recorrido pedagógico que esperamos transiten nuestros estudiantes. Ese recorrido debe ser los más fluido posible e intuitivo para el estudiante, donde las explicaciones técnicas sean prácticamente nulas, para que se pueda concentrar en lo realmente importante, aprender.
A continuación se ofrecen algunas recomendaciones:
- “Proponer actividades variadas y significativas: que exijan utilizar diferentes procesos cognitivos desde los más simples (reconocer, definir, sintetizar, profundizar o comparar), hasta los más complejos como establecer relaciones entre conceptos, con ideas previas y/o con situaciones prácticas, reelaborar conceptos, hacer inferencias, elaborar producciones o hipótesis, argumentar, buscar la construcción colectiva y/o resolución de problemas, etc.
- Considerar que la variedad de actividad se exprese en la inclusión de diferentes recursos para su resolución, así como en la alternancia de los agrupamientos de estudiantes (individual, en parejas, en grupos). Las actividades pueden adquirir una estructura modular y secuencial en relación con los contenidos, nivel de los destinatarios y objetivos, o más bien transversal (ej. según los trabajos prácticos, integradoras, etc.).
- Explicitar los objetivos de aprendizaje para cada actividad en relación con contenidos de estudio que pone en juego, así como los recursos de información necesarios para realizarla (relación con la bibliografía y otros recursos de clases tales como visualización de videos, ejemplos, etc.).
- Incluir orientaciones claras con respecto a los tiempos para resolverlas (de corta duración, mediana o larga). Una actividad educativa virtual puede tener una duración variable, pero siempre supera la resolución de una consigna acotada. Pueden ser de proceso (semanales, quincenales, etc.) o de resultados (entrega de trabajos prácticos, evaluaciones, etc.).
- Es importante ordenar los materiales de apoyo a la realización de actividades con un sentido didáctico explícito apelando a una estructura y organización de la información que permita a los estudiantes comprender los recorridos académicos que proponen. Por ejemplo, organizar por carpetas indicando claramente lo que se espera que el estudiante “haga allí” (leer información general, acceder a unidades de estudio, entregar actividades, realizar consultas o leer novedades, etc.).
- Considerar que las decisiones relativas al tipo de actividad implementadas para la comunidad estudiantil, impactarán en el tipo de roles que pueden ejercer los profesores de la cátedra para el seguimiento académico , requiriendo una planificación y organización de equipo de cátedra a tales fines (trabajo por comisiones, etc.).” (Área Tecnología Educativa. FCS-UNC, 2020).
Las actividades de aprendizaje son fundamentales en una propuesta pedagógica apoyada en la virtualidad. La resolución de las mismas sea, posiblemente, donde mayor tiempo invierta el estudiante, por tal motivo deben diseñarse con mucho cuidado, poniéndose en su lugar, siendo claras y orientadoras.
“En términos generales, la consigna de una buena actividad virtual requiere:
- Especificar claramente el contexto y el entorno donde se debe realizar la actividad.
- Dejar muy en claro los límites temporales para realizarla y presentarla.
- Señalar claramente la forma de envío al profesor: subirla al aula virtual, a un sitio específico, enviarla por e-mail, etc.
- Indicar los recursos que debe involucrar el estudiante para su resolución: bibliografía, recursos de video, sitios web, etc.
- Indicar la modalidad de participación que permite la actividad; individual o grupal (especificar cantidad de integrantes por grupo) y modalidad de reparto del trabajo (colaboración, cooperación, etc.).
- Explicitar los criterios que se utilizarán para evaluar la actividad.
- Indicar los requisitos formales de presentación (extensión en páginas o palabras, tipo de documento de entrega, etc.).
Estos aspectos, a diferencia de las actividades presenciales, se presentan generalmente por escrito.” (Área Tecnología Educativa. FCS-UNC, 2020).
Criterios para la selección de actividades
Los criterios dependen de cada asignatura, tema que se pretende abordar, perfil y características de los estudiantes. Algunas recomendaciones son:
- “Pensar en la afinidad de las actividades propuestas en la asignatura con aquellas que se desarrollan en el campo científico-profesional en cuestión.
- Que exista coherencia y pertinencia entre la actividad y los contenidos trabajados usualmente en la materia.
- Tener presentes las características de los estudiantes: edad, dominio de vocabulario, acercamiento al campo profesional, situación laboral, etc.
- Seleccionar aquellas actividades que puedan movilizar en los estudiantes diferentes capacidades (analizar, reflexionar, discutir, etc.).
- Elegir estrategias movilizadoras del interés del estudiantado, que los involucren.
- Que se les ofrezca tiempo suficiente para que la actividad pueda ser realizada y cumplimentada sin dificultades, de acuerdo a su complejidad.
- Que se explicite claramente la obligatoriedad/no obligatoriedad de la misma y los criterios de evaluación en caso de que corresponda.
- Redactar consignas claras para que el esfuerzo esté en la tarea y no en la comprensión de las mismas.
- Considerar las cuestiones de acceso tecnológico y recursos de conectividad que su resolución supone.” (Cabero Almenara y Román, 2006).
Conclusiones en el marco del contexto actual
A modo general podemos decir que, más allá de las herramientas que cada equipo docente esté utilizando actualmente para comunicarse con sus estudiantes (redes sociales, e-mail, etc.), cada asignatura haga incapié en la utilización del aula virtual como complemento a la presencialidad, es decir, un espacio virtual de intercambio y circulación de información entre docentes y estudiantes que incluya información general y de último momento, materiales teóricos y prácticos, programa de la asignatura, bibliografía, actividades, foros de consulta, así como todo el material que el docente considere pertinente. El aula virtual servirá de apoyo, a modo de aula extendida, para comunicar de primera mano a los estudiantes cuestiones específicas de la universidad, la carrera y la asignatura (evitar el teléfono descompuesto), para organizarlos y acompañarlos, para evitar el bombardeo informativo, para realizar algunas actividades de enseñanza, y fundamentalmente para mantener el vínculo mientras transitamos esta situación especial.
Bibliografía
- Basado en “Las Aulas Virtuales. Dos enfoques para su implementación”. Lic. Roxana Pascolini y Lic. Alejandra Fernández. Universidad Nacional de Lanús. http://campus.unla.edu.ar/las-aulas-virtuales-dos-enfoques-para-su-implementacion/. Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. 2015.
- Basado en “Aulas extendidas o ampliadas: ¿cómo y para qué usarlas?”. Esp. Clara Ingrassia y Mg. Adriana Giménez. Universidad Nacional de Lanús. http://campus.unla.edu.ar/aulas-extendidas-o-ampliadas-como-y-para-que-usarlas/. Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. 2016.
- Basado en “Algunas pautas para plantear actividades y recorridos pedagógicos en el aula virtual”. Área Tecnología Educativa. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Córdoba. Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. 2020.
Fuentes consultadas
- Barberá E. y Badia A. Educar con aulas virtuales. Orientaciones para la innovación en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Machado Libros, Madrid, 2004.
- Burbules, N. y Callister T. Educación, riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información. Buenos Aires, Granica, 2008.
- Cabero Almenara, J. Román, P. E-actividades: un referente básico para la formación en Internet. Ed. MAD, España, 2006.
- Dussel, I. y Quevedo, L. VI Foro Latinoamericano de Educación; Educación y nuevas tecnologías: los desafíos pedagógicos ante el mundo digital -1a ed.- Buenos Aires, Santillana, 2010.
- Ferreira Szpiniak, A. y Guazzone, J. La incorporación de un Entorno Virtual en la Educación Presencial de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Anales de las 1ras Jornadas de Educación a Distancia del NOA. Catamarca, Argentina, 2008.
- Frutos, M., Ferreira Szpiniak, A. y Zorzán, F. Interacción entre EVEA SIAT y aplicaciones de la UNRC utilizando servicios web. VIII Congreso de Tecnología en Educación y Educación en Tecnología. Universidad Nacional de Santiago del Estero. 2013.
- Litwin, E. (compiladora). Tecnologías educativas en tiempos de Internet. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 2009.
- Maggio, M. Enriquecer la enseñanza. Paidós, Buenos Aires, 2012.
- Roqué Ferrero, M. S. (comp.). Curso “El aula virtual como espacio de integración de recursos y materiales educativos abiertos de la web”. Materiales educativos. Escuela Virtual Internacional CAVILA. Módulo 3 “Integración de recursos para la organización de contenidos y la interacción”. Autoras: María Eugenia Danieli y María Soledad Roqué Ferrero. 2014.
- Sagol, C. Aulas aumentadas, lo mejor de los dos mundos. Portal Educar. Disponible en: https://www.educ.ar/recursos/116227/aulas-aumentadas-lo-mejor-de-los-dos-mundos
- Vogliotti, A, Barroso, S. y Wagner, D. (comp). 45 años no es nada… para tanta historia. Trayectorias, memorias y narratorias sobre la UNRC desde la diversidad de voces. Tercera sección: «Desde el Entorno Virtual SIAT hacia EVELIA. Tecnología desarrollada por sus propios actores» (pags. 513-530). Autor: Ariel Ferreira Szpiniak. UniRio Editora, Río Cuarto, 2016.
Deja una respuesta